Publicado en Personajes y Leyendas

James C. Christensen

James C. Christensen nació en Culver City, California en 1942. Asistió a la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) y se trasladó a Utah para finalizar su educación superior en la Universidad de Brigham Young (BYU).

“Soy Jim Christensen, soy mormón y me divierto. Por supuesto, tengo gozo que es más importante. Amo a la gente con la que trabajo y con la que me asocio. Me encanta  congeniar con los que piensan de modo similar. Y amo el servicio. Mi trabajo como Obispo en un barrio de estudiantes me resulta muy gratificante. ¿Hay momentos difíciles? Sí ¿Hay cosas con las que preferiría no tener que lidiar? Por supuesto. Pero uno ve personas mejorando y eso es una maravillosa experiencia. La Presidente de la Sociedad de Socorro me dijo “Tendremos Reunión de Consejo de Barrio y apenas puedo esperar. Nos reímos tanto en esas reuniones”. Y creo que así debe ser. Me divierto mucho siendo mormón”

“En mis recuerdos más tempranos me veo dibujando. No era una pasión, o una misión, era simplemente lo que me gustaba hacer. De pequeño solía ir a la iglesia y mi papá tenía que estar en el estrado – mi mamá estaba bastante enferma – entonces me decía, “si te quedas quieto, puedes dibujar”, mientras me pasaba un anotador con espirales y su lapicera y yo dibujaba en la iglesia. Esas son mis más antiguas memorias: sentado al final del banco un poco nervioso por encontrarme solo mientras papá estaba allá arriba, pero me perdía en el dibujo y todo estaba bien”.

Después de más de 20 años como profesor de arte (terminó su carrera docente en BYU a fines de los ’90) tiende a ver el mundo como un aula. Posee la esperanza  de que sus obras lleven un mensaje o, al menos, una sonrisa, al público. Su trabajo, inspirado en mitos, fábulas y su propia imaginación, ha sido incorporado a importantes colecciones tanto en los EEUU como Europa.

Cuando los Christensen se casaron, la música era importante para sus ingresos, ya que James formaba parte de “The New Sweetbriar Band”. Pero, después de muchas noches de acostarse tarde, perderse fines de semana y feriados y trabajar en locales con demasiado cigarrillo, decidieron que no era el estilo de vida familiar que deseaban y comenzó a centrarse en su arte. Como parte del balance que todo artista necesita, Carole le ayuda con sus horarios y entrevistas, la contabilidad y toda la tarea de oficina así como siendo su asesora y caja de resonancias.

Con respecto a su trabajo en los murales del Templo de Nauvoo ha dicho:

“¡Oh, esa fue una gran experiencia! Seis fuimos llamados a hacer esos murales. Esa fue una de esas tiernas bondades, oportunidades que se presentan. Cuando era niño asistí a la casa abierta  del Templo de Los Angeles  y pude ver esas inmensas y magníficas pinturas. Los cuartos eran enormes. En mi mente de doce años pensé: ‘no hay cosa más grande que un artista podría hacer que pintar un mural en un templo’, pero entonces dejaron de hacerlos. Los Angeles fue el último de los templos que los tuvo.

El tiempo pasó, y entonces recibí el llamado de uno de mis maestros, Frank Magleby, quien me dijo, ‘¿Te gustaría pintar un mural en un templo?’. ‘Por supuesto’, contesté. Pero no lo tomé demasiado en serio. No sabía qué tenía en mente. “Están reconstruyendo el Templo de Nauvoo, y desean realizar tres cuartos con murales didácticos”, dijo, “me han solicitado armar un equipo y me encantaría que formaras parte de él”.

Cuarto del Jarín en el Templo de Nauvoo en el que trabajó James Christensen.

“No tengo ningún problema en separar el Espíritu de la magia. De vez en cuando surge algún problema con alguien de la Iglesia – “Magia, eso es cosa de druidas y Satanás”. Una vez estábamos jugando una especie de Dungeons & Dragons con mis hijos y a un par de vecinos no les permitieron venir pues teníamos hechiceros y brujas y ese tipo de cosas. Siempre hemos podido mantener eso en el marco en que está. Nunca tuve problemas con que Bambi hablara – tal fue el mundo creado para ese personaje, y yo hago exactamente lo mismo. Tengo sentimientos muy fuertes sobre el Espíritu y el modo en que opera en mi vida…No confundo eso con las fuerzas del séptimo nivel de nicromancia”

Autor:

Inquieto, curioso, fisgón, y creativo. Vivo en Madrid (España) Consultor, capacitador y apasionado por el marketing y la publicidad. Especializándome en Gestión de Marca Personal para búsqueda y mejora de empleo, y ponerlo al alcance de las personas que deban o quieran conocer hacer uso de ello Veo unicornios montados en ovnis, y marcianos en los bordes de las carreteras. Los intermitentes me funcionan cuando se encienden, y dejan de alumbrar cuando se apagan. No escalaré el Everest, pero hago unas lentejas riquísimas.

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